sábado, 23 de julio de 2011

¿Par o Impar?

Alguna vez has tenido ganas de correr, correr sin rumbo fijo, escapar, huir de todo, perderte en otro mundo.
Sentirte incompleta y vacía, no es mas que otro paso hacia la agonía.
Sobras y al mismo tiempo faltas, pero no importa, porque tu felicidad está en juego y esta vez, ¿Par o impar? ¿Felicidad o tristeza?
Cruel destino que atormenta tu camino, y en ese instante, ¿Qué decides? ¿Par o impar?
No sabes que te va a deparar, solamente que da igual lo que elijas, perder no es una opción es una realidad.
Los papeles se pierden, comienza a correrse la tinta al rozarles las lagrimas.
En ese instante, corre, deshazte de todo, escapa.
Toca correr, correr hasta quedarse exhausta y en ese entonces, ya nada importa, déjate caer, ríndete y decide ¿Par o impar?. Déjalo todo al azar.
La vida se marchita efímera, deja desiertos y mares a su paso, y absurdas quimeras inundan en tu agonía, sin poder descifrar que es realidad o ficción.
¿Par o impar? ¿Sueño o realidad?
Tira los dados, no puedes decidir tu propio destino, ni siquiera oponerte a él.
Pero no importa, ya no, tan solo deja que te arrastre, que te lleve al ojo del huracán.
Plantale cara, y en ese entonces decide. ¿Par o impar?.
Cuando todo esta en juego, queda la decisión.
Comienza a volverse clara y en ese entonces, es cuando por fin la decisión y el resultado están en tus manos.
Y en tu corazón, tu verdadero destino.

martes, 5 de julio de 2011

Me faltas tú.


Me desperté de manera irrelevante.
Me levante después con la apatía en mis entrañas, 
Y avanzó el día y la angustia embargo mi pecho.
El aire comenzó a cobrar peso, y me preguntó ¿A qué se debe esto que siento?.
¿Será la nostalgia de tus besos?. ¿Será el recuerdo de tu cuerpo?.
¿La mirada dulce que hoy no tengo?, ¿O la manía de extrañar a cada instante tus versos?.
Dime tú, ¿A qué se debe esto que siento?
¿Tal vez crece más mi amor con cada aliento? ¿O me atormenta el pesar de nuestro distanciamiento?
Me faltan tus caricias y enloquezco. No poseo hoy tus abrazos y me desvanezco.
Sabes tú, pues, ¿Por qué te amo hasta el extremo? ¿Por qué no amanece el día en que en ti no pienso?
Sencillo es el razonamiento, simple cual nueva brisa de viento.
Y es que hoy, me faltas tú, y me atormento.