sábado, 17 de abril de 2010

Siempre a la vez el todo y la nada…

Una relación se acaba, siempre sucede por las mismas causas
Quizás en otra parte de la tierra otra este comenzando y una felicidad nueva sea otorgada...
Aunque otra sea desterrada al olvido…
Quizás se acabara el amor, quizás la química no funcionara, tal vez uno no llegara a alcanzar las expectativas puestas en el otro…
Quizás simplemente uno de los dos se cansara o se enamorara o simplemente se aburriera y quisiera cambiar de aires…
Al fin y al cabo todo sucede siempre por las mismas causas…
Siempre siguiendo el mismo patrón, algunas veces superando mas etapas, otras muchas, no llegaron a ser cumplimentadas…
Conocerse, gustarse, atreverse, estar juntos, empezar, entregarse el uno al otro, quererse, rutina, falta de entrega por alguna o ambas partes, se esfuma el amor, y al final todo termina…
Más o menos se repiten siempre las mismas fases…
Tan solo cuando una relación va bien y es realmente sincera se puede llegar a superar el patrón y crear uno propio…
Es entonces cuando evoluciona y se vuelve única, irrepetible e inigualable…
Y es en ese entonces cuando la felicidad llega y el amor que se siente, es más intenso de lo que jamás pudiera haberse llegado uno a imaginarse…
La entrega mutua es plena y la satisfacción de cada momento alcanza límites normalmente inalcanzables…
Cada caricia una nueva sensación, cada beso un nuevo experimento, cada acto algo que esperas con impaciencia…
Cada mirada llena y plena…
Y lo único que se desea es estar el uno con el otro, verse, hablarse, tocarse, sentirse cerca…
No se pide mas para ser feliz tan solo la compañía de la persona amada, el amor que se respira cuando estas con esa persona…
Pero cuando una relación se acaba, parece siempre el fin del mundo…
Creo que es una de las cosas más duras de la vida, aunque frecuente, unas veces el dolor es más profundo y constante, y otras veces el dolor consigue evaporarse antes…
Pero después de cualquier tipo de relación siempre llega el dolor por la perdida de un compañero, de un amigo, de alguien a quien aprecias y quieres…
Un compañero de juegos, de risas, de llantos, de secretos, de confesiones, de compañía, de compromiso, de compartir, de momentos…
Un compañero de todo y de nada, un compañero del que sentirás una constante perdida, que no será superada hasta que encuentres otro compañero que sea capaz de satisfacerte y darte la felicidad que antaño perdiste…





Al fin y al cabo, el amor siempre es a la vez el todo y la nada…

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