lunes, 26 de abril de 2010

Espejo...

Me miro al espejo, y veo lo mismo que ves tú...
Una joven en proceso de volverse adulta…
Veo algo difuminadas ya mis curvas de mujer, noto mis facciones mas marcadas…
Siento como me voy haciendo mayor…
Pero al volver a ver mi reflejo en el espejo…
No veo a una joven, observo a una niña…
Frágil, débil, una pequeña niña que aun no es capaz de tenerse en pie por si sola…
Una pequeña que necesita abrazos, que la mimen, que sigue teniendo ganas de llorar por cualquier cosa…
Que se ilusiona por todo y nada, que quiere jugar en todo momento…
Una niña que no quiere crecer, que quiere seguir viviendo en nunca jamás eternamente…

Aun sigo siendo esa niña llena de sueños y de esperanzas, de cientos de ilusiones…
No quiero crecer, quiero jugar, quiero sonreír, quiero llorar de alegría…
Quiero sentir necesidad por las pequeñas cosas de antaño…
Necesito que cada momento sea una gran aventura que vivir, como lo era en mis tiempos de niñez…
Esta niña no quiere crecer, sigue siendo aquella pequeña caprichosa que cautivaba con su inocencia infantil…
Sigo siendo aquella niña con la que sueño, aquella que me otorga la felicidad y a su vez me roba la madurez…


Realmente merece la pena perder la cordura por una gota de esa hermosa felicidad antes perdida…

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