Rosa blanca...

Estábamos juntos de nuevo, parecía un sueño.
Volvíamos a visitar cogidos de la mano aquel lugar a la orilla del mar que tantos buenos momentos nos evocaba a recordar.
Nos sentamos en una roca mirando al infinito, entonces me fije en como sus cabellos eran mecidos por el viento, y en como la luna se reflejaba en sus grandes ojos esmeralda.
Entonces ella cogío la rosa blanca que usaba de adorno en el pelo y comenzó a mirarla dulcemente.
-Ves esta rosa, es hermosa.
Es tan pura, tan limpia, tan sincera…
Parece que pudiera entregártelo todo en un suspiro…
No se esconde nada en ella porque su blancura no deja ocultar nada, si tiene una mancha la veremos.
Sin embargo no es eterna…
Con el tiempo se debilita, se va marchitando y muere, tanto si es cortada como si continúa en la planta.
Así debería ser el amor ¿No crees?
Debería ser tan sincero como esta rosa, tan hermoso como su forma, tan dulce como su aroma, tan puro como su tierno color blanco, tan agradable como su delicado tacto, tan eterno que llegue hasta la muerte de ambos, que se marchite con el paso del tiempo hasta morir como le ocurre a la rosa.
Sin embargo, pocas veces admiramos un amor como una rosa blanca, porque conforme evoluciona el amor, pasa por diferentes colores, al igual que hay diferentes colores de rosas.
En un inicio predomina la ternura de una rosa del color de su mismo nombre, un suave tono rosáceo, conforme pasa el tiempo su color pasa al rojo, a la pasión, al deseo de tenerse, de sentirse uno parte del otro, pero después de llegar al rojo hay dos colores que determinan el amor y marcan el camino de la relación.
Puede volverse como una rosa negra, si hay desconfianzas, problemas, dolor y terminar siendo agónico e insostenible.
Ya que una rosa negra, por muy hermosa que sea nunca sabrás que te deparara, y sus espinas siempre acabaran por pincharte.
Pero cuando el amor evoluciona hacia la confianza y el cariño, acaba convirtiéndose en una hermosa rosa blanca.
¿Entiendes ahora porqué es mi flor favorita?
Porque deseo encontrar un amor que me lleve hacia un hermoso camino de rosas y pétalos blancos.
Un amor que lo de todo sin miedo a nada que sea claro como esta rosa y sea construido por el amor de ambos, por la pureza de un amor sincero, por un amor sin barreras, sin mentiras, sin nada que ocultar.
Por un amor eterno…
Ese camino es el que deseo poder algún día llegar a caminar.
El camino que marquen cientos de hermosas rosas blancas.